lunes, 7 de mayo de 2012

Un héroe olvidado

En mayo de 1986, el equipo rumano Steaua Bucarest se consagraba campeón de la Copa de Campeones de Europa (hoy Uefa Champios League) tras vencer por penales al Barcelona en la misma España, específicamente en Sevilla.

La gran figura de aquella final, que terminó en cero, fue el arquero Helmuth Duckadam "El héroe de Sevilla", al atajar 4 penales a los catalanes. El marcador final fue 2-0 a favor del campeón rumano. De esta manera, como campeón europeo el Steaua debería de enfrentar en Japón a River Plate de Argentina por la extinta Copa Intercontinental.

Duckadam festejando con la Copa de Campeones

El hasta entonces desconocido arquero pasó a ser una estrella del fútbol luego de vencer al Barcelona. En Tokyo se esperaba con ansias ver el partido, pero sobre todo conocer al reciente afamado portero. Sin embargo, grande fue la sorpresa cuando se supo que Duckadam no jugaría ante el equipo argentino.

La versión oficial indicaba que el jugador había sufrido una lesión, una trombosis o aneurisma en los brazos para ser más exactos. A partir de aquí se contruyeron diversas versiones sobre qué le ocurrió a Duckadam, la que sigue es la más comentada.

La historia cuenta que el Steaua Bucarest tenía una conexión con el gobierno de Nicolae Ceaucescu, dictador rumano que fue ajusticiado en 1989 y que gobernó al país durante 24 años. En 1986, uno de sus hijos, Nicu, era el presidente del club rumano.

Todo se inicia cuando el Steaua gana la Copa de Campeones de Europa al Barcelona, alegrando no solo a hinchas rumanos, sino también a los del Real Madrid. El presidente del club merengue de ese año, Ramón Mendoza, decidió premiar a Duckadam por su hazaña regalándole un auto Mercedes Benz que gustoso aceptó el portero.

En Rumania, Nicu no toleró que un simple deportista tuviese un Mercedes Benz, por lo que le pidió a Duckadam que se lo regalara. Pero el golero se negó. Por supuesto que al mandamás del club no le gustó la respuesta por lo que contrató a matones que fracturaron los 10 dedos de las manos del jugador. Esto lo retiró del fútbol por un largo tiempo.

Duckadam ha negado esta versión y más bien en una reciente entrevista ha confirmado que su lesión fue la trombosis. Aún así, considerando que la historia no fuera cierta, es un ejemplo de cómo los regímenes dictatoriales manejaban los intereses deportivos.


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